Nada es para siempre, todas las cosas tienen un principio y un final. Pero lo peor que puedes hacer, es llorar por el final de algo cuando todavía no ha acabado. No adelantes acontecimientos, vive y disfruta cada instante como si fuera el último. Es muy fácil de decirlo, pero no es tan fácil hacerlo realidad. Pero ¿porque no intentarlo?
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