Una hora, treinta y siete minutos y diecisiete segundos. Ese es el tiempo exacto que llevo delante de una hoja en blanco tratando de escribir algo. Y en una hora, treinta y ocho minutos y doce segundos, por ahora, se piensa mucho, puedes darle vueltas a quince mil cosas. Sé que es lo que quiero decir, pero no por donde empezar. Tantas cosas que contar, pero tan poco que decir. Supongo que es lo que hace el tiempo. Hace que vivas y que te sucedan millones de cosas, que pienses y te prepares todo, absolutamente todo, lo que quieres decir, pero cuando llega la hora de hablar sólo te salen cosas banales y sin importancia. Pero, creo que seré directa y así acabamos con toda esta tontería, así que: Adiós.
miércoles, 15 de agosto de 2012
Wednesday, 15 August 2012
Una hora, treinta y siete minutos y diecisiete segundos. Ese es el tiempo exacto que llevo delante de una hoja en blanco tratando de escribir algo. Y en una hora, treinta y ocho minutos y doce segundos, por ahora, se piensa mucho, puedes darle vueltas a quince mil cosas. Sé que es lo que quiero decir, pero no por donde empezar. Tantas cosas que contar, pero tan poco que decir. Supongo que es lo que hace el tiempo. Hace que vivas y que te sucedan millones de cosas, que pienses y te prepares todo, absolutamente todo, lo que quieres decir, pero cuando llega la hora de hablar sólo te salen cosas banales y sin importancia. Pero, creo que seré directa y así acabamos con toda esta tontería, así que: Adiós.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario