jueves, 30 de agosto de 2012

Thursday, 30 August 2012


Te cansas de todo. Te cansas del cansancio, de que los parpados pesen tanto y se te cierren los ojos. Te cansas de los lunes a las ocho y veinte de la mañana, de los miércoles a las once y cinco de la noche y de los viernes a las doce menos cuarto de la mañana. Te cansas de desear que llegue el sábado, de que pase tan rápido, de odiar los domingos. Te cansas de jugar, de quedarte sin vidas, de empezar continuamente la partida. Te cansas de la indecisión, de nuestras idas y venidas.
Pero cuando te cansas de algo, tienes dos opciones: cambiar el punto de vista o tirar y olvidar ese algo. Y, depende del algo, es mejor  una cosa o la otra.


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